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miércoles, 5 de diciembre de 2018

¿Qué es el TDAH?

Actualmente, es común que tanto profesores como padres hayan oído hablar del TDAH, ya sea porque en el aula haya algún alumno diagnosticado con este trastorno o porque como padres hayamos oído hablar de algún compañero de nuestros hijos que lo presente, ya que en torno a un 5% de los niños en edad escolar lo padecen, siendo el trastorno psiquiátrico más frecuente en la infancia. Pero, ¿qué es exactamente el TDAH?

Pese a su alta prevalencia, nos encontramos ante una realidad social de desconocimiento sobre el trastorno: según la web TDAHYTU, en un estudio realizado en España con el objetivo de conocer el grado de conocimiento sobre este trastorno de la población general, solamente un 4% de los encuestados reconocían el término TDAH y un 33% consideraba que se debía a un entorno familiar o escolar desorganizado. La falta de formación, información y atención sobre el TDAH tiene consecuencias negativas directas sobre los pacientes y sus familiares que sufren el estigma, la insensibilidad y la falta de consideración hacia el trastorno. Es por ello que desde nuestro blog queremos contribuir a su difusión y al correcto conocimiento de sus síntomas y características.


TDAH son las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, una enfermedad neurobiológica cuyo origen se da en la infancia y que, como su nombre indica, conlleva un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad en el niño. Concretamente, los criterios para su diagnóstico se recogen en el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) y son los siguientes:

A Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con la función o el desarrollo, caracterizado por (1) y/o (2) 

1. Inatención: 6 o más de los siguientes síntomas, o al menos 5 para mayores de 16 años, con persistencia durante al menos 6 meses hasta un grado inconsistente con el nivel de desarrollo y que impacta negativamente en las actividades sociales y académicas/ ocupacionales.
  • (a) A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades. 
  • (b) A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas.
  • (c) A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
  • (d) A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u obligaciones en el centro de trabajo.
  • (e) A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
  • (f) A menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
  • (g) A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades.
  • (h) A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
  • (i) A menudo es descuidado en las actividades diarias. 
2. Hiperactividad e impulsividad: 6 o más de los siguientes síntomas, o al menos 5 para mayores de 16 años, con persistencia durante al menos 6 meses hasta un grado inconsistente con el nivel de desarrollo y que impacta negativamente en las actividades sociales y académicas/ocupacionales.
  • (a) A menudo mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento.
  • (b) A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se espera que permanezca sentado.
  • (c) A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo.
  • (d) A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio.
  • (e) A menudo “está en marcha” o suele actuar como si tuviera un motor.
  • (f) A menudo habla en exceso.
  • (g) A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.
  • (h) A menudo tiene dificultades para guardar tumo.
  • (i) A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros. 
B Algunos síntomas de desatención o hiperactividad-impulsividad estaban presentes antes de los 12 años de edad. 

C Algunos síntomas de desatención o hiperactividad-impulsividad se presentan en dos o más ambientes (por ejemplo, en casa, escuela o trabajo; con amigos o familiares; en otras actividades).


D Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren o reducen la calidad de la actividad social, académica o laboral.


E Los síntomas no aparecen exclusivamente motivados por esquizofrenia u otro trastorno psicótico, y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (trastornos del estado de ánimo, ansiedad, trastorno disociativo, trastorno de la personalidad, abuso de sustancias o síndrome de abstinencia).



Es frecuente que el TDAH se detecte al inicio de la educación primaria, cuando padres y profesores observan en el niño dificultades en su rendimiento escolar; dentro de los trastornos que provocan fracaso escolar se estima que el TDAH es responsable del 5% de este. Los afectados por este trastorno merecen ser aceptados y comprendidos en las escuelas, donde cuenten con profesionales cualificados que atiendan y den respuesta a sus necesidades especiales. Puedes encontrar más información y recursos sobre el TDAH, tanto si eres padre como profesor, en las siguientes asociaciones y páginas web:

www.tdahytu.es
www.feaadah.org
www.fundacioncadah.org
www.asociacioncalma.com
www.aateda.es


Imágenes tomadas de Google imágenes.

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